En una entrevista con The Associated Press, el Papa Francisco se refirió a la homosexualidad señalando que no es un delito e hizo un llamado a los países a derogar las leyes que la criminalizan.
"Somos todos hijos de Dios y Dios nos quiere como estamos y con la fuerza que luchamos cada uno por nuestra dignidad", indicó agregando que es un pecado, pero no un delito.
Asimismo, también aclaró que aunque obispos alrededor del mundo tengan actitudes discriminatorios y den apoyo a estas leyes, esto se debe a diferencias culturales. Aún así, señaló que esto pasa por un proceso de conversión y les invitó a mostrar ternura.
Cabe recordar que ya en 2013 el sumo pontífice declaró que quién era él para juzgar cuando se le preguntó por un sacerdote que supuestamente era gay.
De la misma forma, se ha dirigido a la comunidad LGBTQ+ en varias oportunidades.
De acuerdo a la fundación The Human Dignity Trust, 67 países en el mundo poseen leyes contra la homosexualidad, y 11 entre esos incluyen la pena de muerte.
Muchas de estas legislaciones permanecen en Medio Oriente y África, en un legado de la época colonial o ley islámica.